jueves, 6 de abril de 2017

LECTURAS PARA LA IGUALDAD

EN EL MES DE LA IGUALDAD OS RECOMENDAMOS...
LECTURAS PARA LA IGUALDAD


El principio de Igualdad es uno de los pilares fundamentales para el avance y desarrollo de cualquier sociedad y partimos de la Educación como una de las principales vías para lograr la transmisión de valores, actitudes y modelos de referencia personales y colectivos, que contribuyan a la tan ansiada igualdad.

La Educación es la herramienta vital para conseguir que niñas y niños sean capaces de identificarse con roles, sentimientos y emociones, que potencien su desarrollo integral, sin el condicionante de las ideas sexistas preconcebidas, de los estereotipos de género. Y en este sentido es donde la literatura infantil juega un papel fundamental como agente socializador que trasmite ideas, creencias, valores sociales, pautas de comportamiento y maneras de ser, que serán decisivos a la hora de construir la identidad de las mujeres y hombres del mañana.

La lectura nos hace disfrutar, fantasear, nos relaja y nos divierte además de ser una de las actividades más enriquecedoras que podemos realizar a lo largo de nuestra vida. Los cuentos, y los relatos infantiles, en general, son una fuente inagotable para la imaginación y la creación. A partir de ellos, niñas y niños se acercan a una manera de ver el mundo, crean sus propias historias, construyen sus sueños…

En este sentido, su potencial educativo es enorme convirtiéndose en una herramienta de socialización de primer orden, en la etapa de la vida en la que se van interiorizando los valores, y las actitudes que determinarán la futura identidad de cada persona.

Por ello, extraemos de “La mochila violeta. Guía de lectura infantil y juvenil no sexista y coeducativa” las siguientes sugerencias para poder elegir historias que propongan personajes no estereotipados en función del sexo, referentes que favorezcan nuevos modelos de relaciones igualitarias entre mujeres y hombres:

  • Primero, es importante que los valores que trasmitan estas lecturas, al margen de su consideración como masculinos o femeninos, sean aquellos que ayudan a construir un mundo mejor, valores educativos y actitudes a fomentan tanto en ellos como en ellas -cooperación, no violencia, resolución pacifica de conflictos, cuidado de personas, responsabilidad, compromiso, independencia y autonomía, respeto mutuo, vivir abiertamente las emociones, capacidad de empatía y asertividad, participación en la toma de decisiones, etc.-. Desechando las lecturas que propongan competitividad y agresividad, o que infravaloren los comportamientos femeninos.
  • También es esencial que los contenidos eduquen en torno a la afectividad y sexualidad de chicos y chicas, presentando diversidad de identidades, de capacidades diversas, de orientaciones sexuales y diversidad de modelos de familias -homosexuales, monoparentales, recompuestas, etc.-. De igual modo deben favorecer emociones sanas y relaciones amorosas igualitarias, previniendo de esta forma la violencia de género.
  • Los personajes no han de responder a estereotipos de género tales como que las niñas y chicas son frágiles, sumisas, dependientes y miedicas, o que los niños y chicos son valientes, fuertes y seguros de sí mismos. Bien al contrario, se ha de mostrar diversidad de modelos, en donde aparezcan chicas en roles activos, heroínas valientes, decididas, emprendedoras y que transgreden el orden social, y también niños miedicas, delicados y frágiles, que muestren sus inseguridades y debilidades.
  • En lugar de continuar con la tradicional asignación diferenciada de roles en función del sexo, se ha de mostrar a personajes masculinos y femeninos ejerciendo los mismos trabajos tanto en el ámbito publico (profesiones diversas, actividades deportivas, científicas, etc) como en el ámbito privado (tareas relacionadas con el cuidado del hogar y de las personas).
  • Asignar el mismo protagonismo e importancia a personajes femeninos y masculinos, independientemente de las actividades o tareas que realizen -resolver el misterio, salvar a alguien, cuidar de otras personas, realizar las tareas del hogar, etc-.
  • Las historias han de estar redactadas con un lenguaje no sexista, evitando el uso del masculino como genérico -que invisibiliza a las mujeres-, y usando el masculino y el femenino para nombrar y referirse a cada sexo, o bien otros recursos lingüísticos cuando se representa a ambos. Y por supuesto, que el lenguaje no sea usado de manera que subordine o infravalore a las mujeres.
  • Las ilustraciones han de reflejar igualdad de referencias - colores de la ropa, expresiones corporales, juguetes asignados, etc.- entre los protagonistas femeninos y masculinos.
  • Finalmente, ha de existir un equilibrio en la presencia de los personajes masculinos y femeninos que aparecen, tanto en el reparto de papeles, como en las imágenes y en los diálogos.


EN LAS PÁGINAS DE ALGUNOS LIBROS SE ENCUENTRA FRECUENTEMENTE MENSAJES ESTEREOTIPADOS A TRAVÉS DE LOS COMPORTAMIENTOS QUE SE PRESUPONEN ADECUADOS PARA MUJERES Y HOMBRES, POR ESO ES IMPORTANTE QUE LAS PERSONAS ADULTAS SEAMOS CRÍTICAS Y REFLEXIONEMOS SOBRE QUÉ VALORES QUEREMOS TRANSMITIR A LOS NIÑOS Y A LAS NIÑAS, PONIENDO MUCHA ATENCIÓN A LA HORA DE ELEGIR LAS LECTURAS QUE LE HACEMOS O SE LES PROPONE, PARA ASÍ EVITAR, EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE, QUE EL SEXISMO VAYA PASANDO DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN PRÁCTICAMENTE INTACTO.

DURANTE ESTE MES DE LA IGUALDAD, ESTAMOS TRABAJANDO CON NUESTRO ALUMNADO CUENTOS COMO “Érase dos veces Caperucita” o “La Cenicienta rebelde” QUE NOS HACEN REPLANTEARNOS LOS CUENTOS TRADICIONALES Y LA PRESENCIA DE ROLES Y ESTEREOTIPOS SEXISTAS.


Os dejamos una breve reseña de ambos cuentos:



No hay comentarios:

Publicar un comentario